“Me tiran dos paquetitos de gasas y me dicen que me haga las curas yo mismo”

En plena campaña coordinada contra la desatención médica y las muertes en prisión, compartimos otro ejemplo de como funciona la atención médica en los cárceles. En este caso se trata del testimonio de David Rojas, preso actualmente en Daroca (Zgz) aunque en el momento de los hechos se encontraba en la prisión de Dueñas (Palencia).

Después de una operación relativamente sencilla, David no recibió ninguna cura ni seguimiento en la cárcel por parte del personal sanitario. La operación se le acabó infectando. Cuando empezó a decir que el dolor no era normal y que tenía que verle algún médico, pasó un día y medio hasta que lo visitó el médico de la cárcel, el cual ya le mandó directamente de urgencias al hospital para ser operado. Incluso después de esta segunda operación, él y su familia tuvieron que insistir para que se le realizaran las curas pertinentes y evitar así una segunda complicación.

Mayo 2024.

Ayer por fin te pude explicar todo lo que me ha pasado con el tema de la operación. Pues des del domingo que volví del hospital, no he podido ponerme a escribir ni estaba para hablar, ya que estoy súper jodido.

Todo esto de haber tenido que ser operado el sábado de urgencias por quirofano ha sido muy fuerte y doloroso. Haber tenido que pasar por segunda vez por una operación, y todo por culpa de los putos médicos de aquí del CP Dueñas, por su pasotismo. En 3 semanas y media después de la primera operación, en la cual no tuve ningún problema, no me realizaron ninguna clase de seguimiento médico ni de curas, y todo ha derivado a una segunda operación de urgencias. Dejadez médica y dejadez de lxs carcelerxs, que veían como estaba y les decía que eso me dolía mas de lo normal.

Me operaron por primera vez, porque hacía tiempo que esperaba esta intervención, en el Hospital San Telmo, de Castilla y León. Eso fue el día 11/04/2024, y el mismo día me dieron el alta médica. Des de que volví a la prisión de Dueñas, a mi no me vio ningún medico. Solo me vio una enfermera que me dio unas gasas y unos ibuprofenos para los dolores. Me dio las gasas para que yo mismo me realizara las curas. Pues el día 2/05/2024 me entran unos dolores del demonio en la zona de la operación, pero no es hasta el día 4/05/2024 por la tarde que me sacan de urgencias al hospital custodiado por las fuerzas del estado. A mi me empezaron los dolores la noche del jueves 2 de mayo y el viernes 3 a primera hora ya informé de lo que me pasaba, y de que esto no era normal. Y se informó a los servicios médicos pero no me atendió nadie, ningún medico de la cárcel, hasta el sábado por la tarde. Allí me visita el médico de la cárcel y me dice que tiene que pedir que me saquen de urgencia al hospital, y en una hora me saca la guardia civil. Allí me hacen varias pruebas y se me informa que se ha detectado una complicación de la operación que me realizaron el día 11/4 y que tengo que ser operado. Paso directamente a quirofano y luego se me ingresa en la planta judicial.

Si yo hubiera recibido un seguimiento medico en la prisión, nada de todo esto hubiera sucedido. Puta mierda de sanidad penitenciaria. Te mando aquí algunos informes médicos. Puedes hacer fotocopias y me los devuelves. Sinceramente, estoy muy cabreado, frustrado y dolorido.

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Y lo fuerte, es que después de la segunda operación, otra vez lo mismo. Que hasta mi hermana ha tenido que llamar a la cárcel para ver qué pasaba. Que en el hospital dijeron que me tenían que hacer las curas cada día, y aquí ha pasado un día entero y nadie me ha llamado. Y a mi hermana le dicen que no las van a poder hacer cada día, que tienen mucho trabajo. Las enfermeras me han tirado dos paquetitos de gasas y han soltado “que te hagas tu mismo las curas”. Y yo flipando. Y ya se me ha ido la pinza y me he liado a puñetazos con la puerta.

Es que es muy fuerte. Incluso después de haber tenido que pasar por una segunda operación, por culpa de que nadie me realizó un seguimiento, incluso ahora pasan de todo y ni siquiera se preocupan de hacerme las curas para que no se me vuelva a infectar.

Sigo aquí, en mi chavolo, sin que nadie me haya visto de nuevo, curándome yo mismo. Y ahora encima con la mano inflamada y los nudillos morados por las ostias en la puerta, pero es que o me desahogaba con la puerta o le reventaba la cara a algún carcelero de estos.

Para escribir al compañero:

David Rojas Fernández

Ctra. Nombrevilla s/n

50360 Daroca

(Zaragoza)