Steven se encontraba preso en Huelva en unas condiciones muy abusivas, como relató en cartas publicadas anteriormente. Eso no cambió, sino que fue sucesivamente desgastando la paciencia del compañero, que insistía en pedir el traslado a un lugar donde tuviera familia cerca que lo pudiera visitar. Además, a partir del mes de agosto la comunicación por carta cesó, el centro penitenciario retenía el correo. En sus letras podemos sentir claramente la necesidad de amor y el abandono que sufre entre rejas, además si eres una persona visceral y que no se deja aplacar por los uniformes autoritarios, aún te incitan más, encendiendo esa furia y rabia que cualquier persona pudiera sentir si es privada de libertad y vejada. Los carceleros con su poder se burlan de ti, te rompen fotos de personas queridas, te intervienen el correo, incluso bloquean números de teléfonos de tus vínculos para que no puedas comunicarte con ellxs. Esto es lo que le sucede a nuestro compañero.
Sus sensaciones son duras como nos cita en su carta: << me siento vacío porque sé que prácticamente es como si estuviera muerto, la cárcel es el “cementerio de los vivxs”.>>
Y no solo le sucede con su situación personal, si no que es incapaz de quedarse de brazos cruzados cuando presencia una injusticia, eso también hace que entre en conflictos con funcionarios e incluso con los mismos presos. << Estoy harto ya de tanto abuso tanto psicológico como físico, tanto de presos como de funcionarios y médicos, el ver que aquí la gente tiene miedo y son sinvergüenzas, no tienen huevos de luchar contra este sistema corrupto y abusador. >>
Finalmente, en diciembre del año pasado tuvo una pelea con otro preso en la cual se involucraron carceleros, de los cuales se defendió. Esta pelea se hizo noticia y se dio voz a “sindicatos” de carceleros, que como siempre aprovecharon para pedir ser agentes de la autoridad. Esta pelea tuvo como consecuencia que Steven fuera enviado a primer grado. Unas semanas después fue trasladado a Picassent donde se encuentra, en el momento, tranquilo, aunque los problemas de comunicación han persistido. Prácticamente no tenemos noticias del compañero, envía cartas que nunca llegan y a veces parece que tampoco recibe todo lo que se le envía desde fuera, ni de nuestra parte ni de su familia.
Por eso animamos especialmente a escribirle unas líneas para inundar de cartas y que sepan que no está solo ante el monstruo carcelario.
Para escribir al compañero:
Steven Giraldo Zapata
Centro Penitenciario de Picassent
Carretera N-340. Km 225.
46220 (Picassent) Valencia