La mort no s’oblida, ni es perdona

El passat 26 de setembre la presó va endur-se la vida d’una altra persona. Aquesta vegada no ha estat algú que apareix en una noticia d’un diari digital, o el nom que ens arriba a través d’algun altre col·lectiu, o que ens comunica algú de dintre quan ens truca per telefon. No ha estat una persona desconeguda per nosaltres. Ha mort un company, algú amb qui feia uns anys que teniem relació, a qui haviem anat a veure, a qui li haviem entrat llibres, amb qui haviem compartit cartes, debats i poemes. Algú a qui ens estimavem.

J.O.P va morir per negligència mèdica del Centre Penitenciari de Lledoners (Barcelona). Feia almenys 3 mesos que es queixava de forts dolors abdominals i nausees que li impedien realitzar la seva vida normal (dins la anormalitat d’estar privat de llibertat i de moltíssimes altres coses). Un dolor que feia que li costés menjar i pel que va perdre gairebé 20 kilos. Desde la presó, com passa tantes vegades, no van fer-li cas. No van derivar-lo a cap especialista ni el van atendre amb un minim interès ni implicació professional. Només van estar donant-li nolotil, paracetamol i altres medicacions similars. Aquest setembre, quan va tenir un permís penitenciari, va aprofitar per arribar com va poder a l’hospital, on després de fer-li algunes proves, ja el van ingressar en estat terminal. Tenia un càncer ja amb metastasi. No podem imaginar el dolor i l’angoixa que devia viure durant tot aquest temps.

En el que portem de 2024 hem pogut comptabilitzar 18 persones mortes dins les presons catalanes. Segurament són unes quantes més. J.O.P ara també està en aquesta llista. Estem fartes de que el patiment sempre estigui al mateix costat, que no arribi mai a la banda dels que ens reprimeixen, ens apalissen, ens tanquen en presons, ens exploten, ens governen.

No ens resulta possible escriure desde la calma. Encara estem atravessades per la noticia i sentim ràbia, molta rabia. I tristesa, i frustració. J.O.P no ha mort per causes naturals -per molt que la seva mort segurament comptabilitzarà així-, no ha mort per un inevitable accident, o perquè ja es trobava en una vellesa avançada. Ha mort per culpa i a causa de la presó, i per abandonament mèdic. I hi ha responsables directes.

Aquesta noticia i tantes d’altres que ens arriben de i que ens relaten abusos, amenaces, agressions, xantatges, maltractes, negligències i morts ens encongeixen el cor, però també alimenten les nostres ganes i força per seguir lluitant i intentant posar una mica de llum a tanta foscor i horror.

Foc a totes les presons. No oblidem, no perdonem. 

«Para ser atendido tienes que ser amigo de carceleros, autolesionarte o hacer huelgas de hambre»

Compartimos un breve escrito de dos compas que se encuentran presos en Madrid VII (Estremera). Una vez más denuncian la grave desatención médica, tanto la que sufren ellos como muchas otras personas de esta cárcel. Comentan que no les visita el médico. Los dos nos mandan las instancias de sus ultimas huelgas de hambre; piden que se publiquen junto con su comunicado.

Agosto 2024

Yo Santiago Rodríguez vengo a denunciar la gravísima desatención médica del Centro Penitenciario Madrid VII, Estremera. En este penal no se dispensa consulta médica. Para poder ser atendido por un medico tienes que ser amigo de los carceleros, autolesionarte o tomar otras medidas más sutiles, como hacer plantes o huelgas de hambre.

Me encuentro bastante enfermo. Tengo artrosis degenerativa, la rodilla izquierda destrozada. Me cuesta caminar y tengo unos dolores horribles. Además, sufro de ansiedad crónica y en ocasiones caigo al suelo. NO ME SACAN AL MÉDICO; NO TENGO NINGUN TRATAMIENTO. Así, el pasado día 29/05/2024 hice una huelga de hambre. Pronto haré otra.

El pasado 05/06/2024, el compañero Santiago Rodríguez se negó a bajar de la celda. Se encontraba con mucha fiebre y apenas podía respirar. Los carceleros le sacaron de la cama, arrastrándole desnudo hasta aislamiento. Eso sí, tuvieron la delicadeza de echarle una manta por encima, además de instruirle dos sanciones muy graves. Después, por fin, le llevaron a Enfermería, donde se le diagnosticó infección pulmonar y tuvo que ser asistido con oxígeno durante 20 días. Al mismo compañero, en el día de hoy, sin explicación ni motivo, se le ha retirado parte de la medicación psiquiátrica. Ha iniciado una huelga de hambre y sed. Deseémosle fuerza y suerte.

Y así podría contar infinidad de cosas, pero la gente tiene en ocasiones miedo a revelar su identidad y sus datos. Piensan con ello que los carceleros serán más piadosos.

 

Permisos en soledad, desatención médica y golondrinas

Compartimos unas letras de un compañero preso en Estremera (Madrid). Se trata de una carta escrita este pasado mes de agosto donde nos habla de como vivió un permiso de 4 días: estar tirado, muchas horas muertas en la calle, sin apoyo y sin pasta; soledad y exclusión. Esta es la realidad de muchas personas presas cuando pisan la calle, ya sea de permiso o cuando -al fin- consiguen la libertad. También nos habla de la desatención médica que forma parte del escenario que hay detrás los muros, validando de nuevo la campaña que se hizo a finales de junio desde distintos puntos del estado y que, precisamente, se centraba en este tema. Se despide regalándonos un tierno y triste cuento: “La golondrina”.

Cárcel de Estremera. Agosto 2024

Buenos días X,

Salí de permiso sin apoyo, sin familia y sin dinero. Estuve en un piso de acogida, muy lejos. Como perdí los números de teléfono, no pude contactar con nadie. Así que si te digo la verdad, no lo pasé muy bien. Además me tocó compartir la habitación con dos usuarios más y, para mi, la intimidad, el espacio personal, es fundamental. No te lo vas a creer, pero hubo momentos que deseé estar en esta jaula.

Yo por aquí sigo luchando con el boli contra esta buena gente. Ahora mismo con lo que más estoy dando caña es contra el abandono sanitario. No paro de denunciar este exterminio y no creo que sea un problema de que no sepa expresarme. Aunque las distintas autoridades siempre contestan lo mismo: “solo hay cuatro facultativos sobre un total de 1.100 internos; hacen lo imposible…”. Pues bien, el que haya menos médicos es un problema, pero en las prisiones de Soto del Real, Aranjuez o Navalcarnero hay los mismos y, sin embargo, se dispensa consulta médica una vez por semana. Entonces es obligado preguntarse ¿Por qué lxs médicos de Estremera no dispensan consulta médica? ¿Será que este penal está lejos y mal comunicado? ¿Estarán haciendo una huelga negándonos el derecho a la salud? ¿Quién sabe? Lo que es seguro es que en vez de bata blanca, deberían llevar un traje negro con una guadaña.

Camarada, me muero de calor aquí dentro. Te envío como despedida un cuento real, que se llama “La golondrina”. Habla del instinto de supervivencia, pero sobre todo de lo fascinantes que pueden ser esas cosas a las que ni prestamos atención.

Un abrazo muy fuerte. CherrA.

La golondrina

Hace unos días, dos crías de golondrina pensaron que estaban preparadas para volar y se lanzaron entusiasmadas del nido. Las dos cayeron al suelo. El macho murió en el acto y la hembra quedó herida.

La cogí y me la quedé mirando. No me había fijado hasta ese día de lo preciosas que son. Tan chiquitina, llena de vida, con esa cabeza negra y blanca, como si fuera un capuchón de terciopelo, con esas garras tan fuertes, tan esquivas al ser humano.

Me dio tanta pena la golondrina, que cuidé de ella durante tres días, permitiendo que su primeriza madre se acercara en mi ausencia. Cuando esto pasaba, la chiquitina cobraba vitalidad, saltando y moviendo sus alas llena de júbilo y alegría.

Me di cuenta entonces, que una de sus alitas estaba dañada y que por mucho que lo intentase no podría volar. La madre también pareció darse cuenta y dejó de acudir.

La pequeña golondrina no paró de luchar, y ya exhausta, desamparada, murió.

Esa noche, pensé en ella y lloré.

Abusos, palizas, racismo e incomunicación en el DERT de Ponent

Compartimos el comunicado de Ayoub Kadiri, preso en primer grado en la cárcel de Ponent (Lleida). Relata las condiciones indignas a las que les someten en el DERT, además de distinas agresiones, abusos, racismo e incomunicación arbitraria que vemos tan a menudo, y que siempre parecen directamente relacionados con el poder absoluto que tienen los funcionarios respecto de las personas presas, sobretodo en primer grado.

Centro Penitenciario de Lleida. 04/07/24

Hola, me llamo Ayoub Kadiri y me encuentro en Ponent, donde me están haciendo la vida imposible los funcionarios con sus represalias. Llevo sin ducharme dos meses y sin salir al patio un mes, porque no tengo ducha en mi celda y para poder ducharme tengo que ducharme en la del patio, que le llaman «La Nevera», y antes de salir al patio cada vez me hacen un cacheo integral en mi celda, me desnudan literalmente sin ningún tipo de bata ni nada. Todo esto porque yo me trasladaron aquí desde Mas d’Enric, alejándome de mi familia ya que soy de Reus. El día 04/05/24 la subdirectora me dio una videollamada que al final no pude realizar porque mi madre a esa hora no podía contestar, y al salir de la sala de videollamadas un funcionario me dice «nos has hecho bajarte de la celda para nada, venga tira que no te quiere ni tu madre» y a raíz de eso comenzó una discusión que acabé dándole un puñetazo en la cara, y yo con la cara hinchada el pómulo y la espalda llena de moratones.

Pasa una semana, aquí los únicos sitios de la prisión que no tienen cámaras es el DERT, la paquetería y las celdas. A las dos semanas, al recuento de la mañana pedí paquetería. Buf, no sabéis lo que me arrepiento. Me pegaron el palizón de mi vida entre seis funcionarios: tres equipados y tres normales. Estuve una semana sin poder dormir bien por las costillas y los porrazos en la cabeza.

Para llamar a mi madre tenía que bajar al patio obligado y que me desnuden. Cuando hablé con mi madre para decirle que no vengan, que no le dejarán entrar, que le pondrán cualquier excusa. Mi madre vino dos fines de semana seguidos y le decían que yo no estaba en condiciones para comunicar. Que estaba en el DERT y me estaba portando muy mal y no le dejaron dejarme dinero ni ropa.

La segunda paliza fue en mi celda, no sé ni cuantos pisándome la cabeza con las botas y llamándome «moro de mierda», «eso te pasa por venir a Catalunya». Tengo mucho más que contar pero es el único trozo de papel que tengo. Publíquenlo e informen a mi familia.

Para escribir al compañero:

Ayoub Kadiri

Centro Penitenciario de Ponent

C/ Victoria Kent   s/n

25071 Lleida

Más agresiones y abusos de poder en la cárcel de Huelva.

Hacemos público este comunicado desde la cárcel de Huelva del puño del compañero Steven. Nos relata la realidad de una prisión más coercitiva de lo que ya son y con un jefe de servicios, “el Pipa”, que fomenta las palizas a los presos. Las normas internas y las condiciones durante el verano no hacen más que aumentar el malestar dentro. Tenemos constancia de que hay más presos que han sufrido agresiones como la relatada aquí. Estas palabras de Steven permiten que nosotrxs seamos conocedorxs de lo que pasa tras los muros y actuemos en consecuencia. Las cárceles son jaulas de cemento donde la sociedad permite que el odio se cultive día a día. Animamos a que se le envíe apoyo a los compas que sufren el encierro en Huelva.
Contra las cárceles y la sociedad que las necesita.

Julio 2024. 

Estoy cansado de tanto abuso del poder de los funcionarios, jueces y demás.
El miércoles pasado tuve una pelea con otro preso y por no decir el nombre del preso a los funcionarios me pegaron para sonsacarme información, pero no les dije nada.
[En las fotos que nos mandó se ve como le dejaron la oreja y la parte de atrás de la cabeza con las porras, también tuvo moratones en las piernas]

Mira, aquí en la cárcel esta nos dan maltrato día y noche, nos hacen esperar para comer estando la comida para servirla, nos dejan sentados en silencio hasta que nos hagan recuento, después de que hacen 5 o 6 recuentos diarios. Nos pegan donde no hay cámaras, celdas, escaleras… Me desnudan sin bata y me ven mis partes íntimas cada vez que me cachean, no sé si es porque les da morbo o no sé qué pasa por sus cabezas. Los médicos no te tratan bien, me han cambiado la medicación mil veces ya paso de ir porque me han quitado 4 Rivotril que necesito para la ansiedad obligándome a conseguirla por los patios.

Aquí en esta prisión hay 1 jefe de servicios que le dicen el Pipa y ese les pega a los muchachos y los funcionarios le siguen el rollo.
Se inventaron un parte hace un mes y medio diciendo que les había hablado mal… Me quieren perjudicar de esa manera para que no me den los permisos ni nada.
Aquí te hacen doping de porros estando en  conflictivo, eso en todas las cárceles solo se hace cuando estás en  de respeto, el doping positivo genera que te ponen 1 parte de 1 mes sin bajar al patio por las tardes, eso es injusto. He estado en 8 cárceles en 6 años y eso de los dopings es injusto y nunca lo he visto, solo aquí lo hacen.
También les han dado carta blanca a abusones y chivatos de hacer lo que quieran generando esos conflictos y abusos entre los presos solo por recibir información de quien tiene droga o móviles. Generando que en los patios no hay ningún teléfono y los porros solo lo tienen los hijueputas esos. Esto te lo digo con criterio, ya que he visto gente peleándose, llevándose a aislamiento a 1 preso y al otro no, y así mil veces.

Te juro que lo que he visto aquí no lo he visto en ningún lado, las condiciones en las que vivimos son de vergüenza, aquí no se puede ni dormir, esto está hecho en una ribera y hay en la celda un montón de mosquitos, me tienen picado que no veas, no nos dan mosquitera, la pides y se tiran el marrón unos a los otros… Y aquí hace un calor de muerte en la celda…

Para escribir al compañero:
Steven Giraldo Zapata
Centro Penitenciario de Huelva
Arrabal la Ribera s/n
21005 Huelva

Ventiladores, agua fría y mosquiteras. También en aislamiento.

En pleno verano el calor se vuelve insufrible. Nos sentimos cansadxs, irritadxs, con dolores musculares y de cabeza… con una necesidad incontrolable de tomar agua fría y alimentos que nos refresquen un poco, de encontrar espacios con aire acondicionado, de acudir a playas, piscinas y sumergirnos en agua para dejar de sentir el calor pegado a nuestra piel por un rato. El descanso nocturno tan necesario a veces resulta difícil de lograr. Ventilar, aprovechar para salir a la calle cuando cae el día, buscar formas de repeler a los insectos… son los consejos básicos y lógicos que cada año se repiten. Consejos imposibles de llevar a cabo estando encerradx entre muros de hormigón y con nada de autonomía para decidir nuestros horarios, lo que comemos o donde ir.

En prisión cuando sucede un hecho anómalo como fue la pandemia, las bajadas extremas de temperatura en invierno, las olas de calor del verano, la hostilidad que se vive dentro se multiplica, y se desatan consecuencias muy negativas que ya se mantenían pendientes de un hilo fuera de la hostilidad añadida.

Estamos viviendo una ola de calor en gran parte de Europa. Las compañeras y compañeros que tienen secuestradas en las prisiones se encuentran desesperadas. Ahora en verano se tienen que seguir cumpliendo rigurosos horarios que no van acorde a las temperaturas, como salir al patio al mediodía o tener que encerrarse en la celda hasta el día siguiente a partir de las X de la noche. Por la noche cuando “refresca” un poco, es cuando no hay opción de salir fuera de 4 paredes. Peor es aun para quien está en aislamiento, en 1r grado o pagando una sanción, y que tienen que pasar en la celda más de 20 horas al día.

Hay personas que comentan que la alimentación no está adaptada a cada época del año, y que a veces en pleno verano hay guiso o garbanzos calientes para comer. Otro compañero preso en una cárcel catalana nos cuenta que en la prisión donde se encuentra, la máquina de agua fría embotellada (que obviamente hay que pagar) no funciona, por lo que la única opción es beber agua del grifo a “temperatura ambiente”. Otras nos explican que se duchan continuamente para no asfixiarse, y que se cambian 7 veces al día de camiseta por la sudoración.

En las prisiones no hay mosquiteras en las pequeñas ventanitas de las celdas, que puedan proteger de las picaduras. Desde Huelva nos dicen que no pueden más con los mosquitos, que tienen el cuerpo acribillado.

Recordamos que las cárceles no son espacios climatizados, por lo menos en las partes donde tienen que habitar las personas presas. Las celdas no cuentan con ventilación suficiente, ni con sistema de control de la temperatura. La única opción es disponer de algún ventilador. Recordamos que los ventiladores no forman parte de la infraestructura básica del propio lugar de encierro y que quien lo quiera, tiene que pagarlo como prácticamente todo dentro. Recordamos también que a veces, según las propias normativas de cada centro y lo que allí se consideran “motivos de seguridad” no permiten tener ventiladores, especialmente en módulos de aislamiento. A veces de forma general, a veces para personas concretas cuando pagan una sanción. Esto supone tirarte más de 20 horas al día encerrado en una habitación sin ninguna clase de aparto que alivie un poco el calor y con limitaciones varias añadidas, que a veces incluso pueden ser no poder tener bolígrafos para escribir, si así lo considera el centro.

Aprovechamos este escrito para sacar a la luz que el pasado miércoles 17 de julio de 2024, un compañero del módulo 12 de la cárcel de Brians II (Barcelona) se quitó la vida, ahogándose con una sábana de su celda hasta quedarse sin aire. Su nombre es aun anónimo. Enviamos todo nuestro apoyo a sus compañerxs, familiares, amigxs y todas aquellas personas que sientan dolor por su pérdida. Recordamos que los lazos de solidaridad que nos unen son irrompibles e impenetrables. Aquí fuera siempre habrá personas dispuestas a sostener, apoyar y luchar por la dignidad de todas aquellas que se encuentran dentro secuestradas y para hacer de vehículo amplificador de las voces que quieren gritar desde el otro lado, pero no pueden porque están amordazadas.

La cárcel mata y sus múltiples consecuencias son una cuestión evidente. Desde La Corda nos preguntamos si ante esta muerte y otras tantas situaciones es apropiado utilizar la expresión “un hombre decide quitarse la vida”.

Vejaciones, humillaciones, acoso, desprecios, violencia, abusos de poder constante, chantaje… Precariedad y explotación laboral… Desatención médica y falta de profesionales que obliga a que lxs carcelerxs hagan funciones de “enfermerxs”, como pasar revisión entre presxs para valorar quien tiene o no que ir a consulta médica, falta de acompañamiento y tratamientos para patologías graves como epilepsia, cáncer, trastornos de alimentación, salud mental, movilidad reducida y un larguísimo etcétera. Alejamiento de lo que se quiere y de quien se quiere, olvido, sensación constante de agobio, ansiedad, preocupación por el futuro. Indefensión jurídica. Desesperación, depresión, pocas ganas de seguir viviendo en estas condiciones sin saber hasta cuando. Y a todo esto se le suma lo dicho anteriormente, de vez en cuando hechos que amplifican o añaden más dolor al propio día a día: ahora sufrir constantemente un calor inaguantable.

La cárcel mata, a veces muy lentamente, y no mira atrás. La opacidad de sus muros, normativas y vacíos legales permite que las vidas que se lleva consigo o las que sufren y resisten allí dentro se pierdan en el olvido o, incluso, en el eterno anonimato. Es una estructura que solo responde a unos intereses determinados, y radicalmente opuestos a los nuestros. No dejemos que el silencio nos haga cómplices.

Es por eso que os animamos a sumaros a esta convocatoria. Llamar a las siguientes prisiones, en días concretos para exigir algo muy básico para la salud y el bienestar de las personas: VENTILADORES, AGUA FRIA Y MOSQUITERAS, para todxs lxs que se encuentran encerradxs, también en aislamiento. Si preferís ocultar vuestro número de teléfono, podéis hacerlo añadiendo al principio del número de la prisión el prefijo “#31#”. Podemos recordar la temperatura a la que nos encontramos, los consejos básicos para soportar el verano y prevenir consecuencias en nuestro cuerpo. Podemos exigir hablar con algún responsable, que conste y se registre nuestra queja. Podemos hacerles ver que nos acordamos de las personas que están presas y de las condiciones en las que tienen que vivir. Para nosotrxs que estamos fuera solo suponen llamadas de teléfono, pero para las personas que están dentro significa que alguien les dedica unos minutos, significa que algo de aire fresco llega a su encierro.

Abajo todos los muros.

«Por un mundo también sin jaulas para mis amigos los animales». Carta desde la prisión de Estremera.

Transcribimos la primera carta recibida de un compañero que se encuentra preso en Estremera, Madrid. Comparte con nosotrxs algunas reflexiones sobre su propio encarcelamiento y también inquietudes y posicionamientos sobre el encierro hacia los animales no humanos. Nos pareció una bonita carta y una bonita historia con la que esta termina «El niño que amaba a los animales».

Junio 2024. Cárcel de Estremera (Madrid)

Te agradezco mucho el que me hayas escrito. Para mi supone una inyección de apoyo, ya que me siento un poco solo. Mas ahora, que al cambiarme de modulo he perdido el contacto con X y con otros amigos.

Me comentaron que os llegaron mis dibujos, y que formaron parte de vuestra exposición. Estos eran solo una parte de un texto con diez dibujos de animales, al que he titulado “animalmente”. Es una critica al encierro de los gigantes enjaulados, desde una perspectiva animalista. Comienza así: “El hombre, el homo-sapiens, es el único animal de la Naturaleza que construye prisiones y las sostiene con orgullo. El único que hace trampas y captura prisioneros por martirizar, por odio, desprecio, venganza, soberbia, por placer o puro negocio…”. También tengo otros textos sin publicar, como “cárcel-negocio”, “la cultura del miedo” o “la sociedad del castigo”, y dibujos anticarcelarios.

Igualmente sigo luchando de boli para denunciar los abusos y carencias de esta prisión de Estremera. Donde mas caña estoy dando es con el tema médico-sanitario, ya que nos están privando de nuestro derecho a la salud, además de evidencias de abusos penitenciarios y algunas gamberradas de sus tirano-carceleros. Y en este sentido, me siento más solo todavía. El colectivo de presos apenas reivindica. La mayoría desconoce sus propios derechos, mostrando poco interés y dedicando poco esfuerzo por cambiar la situación. Hace tiempo que se está produciendo una triste y peligrosa involución penitenciaria. Como yo digo “los presos de ahora no son como los de antes, y los de antes muchos han cambiado”, o eso pienso yo. El preso de ahora es más hostil con el propio preso y más compañero con el carcelero.

Me siento muy identificado con lo que dices, de que a veces te sientes como en otra dimensión. Yo siempre me he sentido así. Nunca entendí al sistema ni a mucha de sus gentes, ni al querer aparentar, ni dar más importancia al tener que al ser, ni a la cultura del miedo, ni a la sociedad del castigo. Nunca entendí las guerras, ni el cuarto oscuro, ni el maltrato animal.

Por un mundo también sin jaulas para mis amigos los animales. Te mando un texto. Un fuerte abrazo.

Cherra.

El niño que amaba a los animales

Tuve una adorable infancia salvo en una excepción, yo afortunadamente era diferente. Asi mis padres me querían con locura y se desvivían conmigo, tanto, que a veces les costaba pillarme.

Mi padre con frecuencia me llevaba a las corridas de toros. Yo me quedaba blanco, descolocado, no sabía donde esconderme. No supe expresarme. Asi, mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gustan los toros”.

Mi padre, me llevaba al circo a ver a los elefantes, para demás niños eran magestuosos. Para mí, además encadenados. Tampoco supe expresarme. Mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gusta ni el circo ni los elefantes”.

Mi padre, los fines de semana, me llevaba al zoo, los niños reían, yo lloraba. Me escondía y fingía estar malo. Así, mi padre le dijo a mi madre: “Al niño no le gusta el zoo ni los animales”.

Cuando tenía unos seis años al fin me expresé. Solté a todos los animales de la casa rural del pueblo; a las gallinas, a los patos, a los cerditos y al precioso caballo. Mi madre le dijo a mi padre: “Te equivocas, el niño adora a los animales”.

 

Petición de llamadas a la prisión de Lleida. Martes 16, miércoles 17 y jueves 18.

Manuel Noguera Mazuecos, preso en la cárcel de Ponent (Lleida) empezó a pagar el pasado viernes una sanción de 12 días en aislamiento. A pesar de encontrarnos en pleno verano y de las altas temperaturas, no se le permite tener ventilador en la celda, en la cual tiene que pasar más de 20 horas al día.

Ante la prohibición de tener ventilador, la “médico” de la cárcel le dice que el calor no es para tanto y que beba mucha agua fría. La temperatura prevista para los próximos días en la ciudad de Lleida es llegar a los 40 grados. Las prisiones no son espacios climatizados, por lo menos donde habitan las personas presas. Negarle a alguien que se pasa todo el puñetero día entre hormigón un ventilador con estas temperaturas, es cruel y atenta contra la vida y la salud.

Animamos a realizar un sinfín de llamadas a la prisión de Ponent (973220333) este martes 16, miércoles 17 y jueves 18 de julio, entre 09’30h y 13’30h, preguntando preferiblemente por el coordinador del DERT o algún responsable de aislamiento. El objetivo es recordarles la temperatura a la que estamos, que en este caso Manuel Noguera se ve obligado a estar en aislamiento sin poder tener siquiera un ventilador, y que esto puede conllevar consecuencias para la salud. Pedimos que se le pongan aparatos de aire condicionado o que pueda tener un ventilador, para garantizar su bienestar y tener un trato digno.

Fin de la campaña coordinada contra la desatención médica y las muertes en prisión

Del 10 al 25 de junio distintos territorios nos hemos coordinado para llevar a cabo una campaña que buscaba visibilizar el abandono sanitario que sufren las personas presas y la cantidad brutal de muertes que cada año se producen al otro lado de los muros.

Desde el inicio fuimos conscientes del momento en el que estamos. Un momento en que la cantidad de grupos anticarcelarios no es muy elevada y que las individualidades que de forma activa abrazan esta lucha tampoco lo son. A pesar de ello, se vio importante llevar a cabo esta acción coordinada para potenciar la denuncia pública, para trabajar conjuntamente a pesar de las distancias y para fortalecer un poco más los vínculos que compartimos.

Aun por valorar qué sensaciones hay en cada lugar que se secundó la campaña, opinamos que ha valido la pena y ha sido una propuesta interesante y práctica. A nosotrxs nos ha servido para aprender, profundizar más en el tema y volver a chocar, de nuevo, con la escalofriante realidad. A pesar del aumento de actividad que ha supuesto durante unas semanas, no nos ha desgastado sino que nos ha dado más fuerza e ideas para seguir combatiendo este horror y tantos otros que conlleva el aparato de la prisión y el encierro.

Sobre la desatención médica. Cárcel de Daroca (Zaragoza)

Ahora que acaba de finalizar la campaña estatal coordinada contra la desatención médica y las muertes en prisión, aun nos llegan cositas de compas de dentro que quieren pronunciarse sobre el tema. Esta vez se trata de un breve escrito de David Rojas, trasladado recientemente de la cárcel de Palencia a la cárcel de Daroca (Zaragoza). El compañero habla sobre como las medicaciones de las personas presas se quitan arbitrariamente, a veces sin siquiera comunicarlo, y como cada vez mas son lxs carcelerxs lxs que tienen el poder de decidir si te ve o no el medico, si te sacan o no a enfermeria y cuando. Como David dice, animamos a todas las personas de dentro a denunciar estas situaciones y cualquier otra que afecte a su bienestar y dignidad, y también a las de fuera a darles voz y apoyo. Debajo ponemos el nombre completo de David y su dirección; siempre se agradecen unas palabras con olor de la calle!

Junio 2024. Centro Penitenciario Daroca.

Hola X, como me contaste esto de la campaña contra la desatención sanitaria, digo “pues voy a escribir 4 líneas del tema”.

Una de las cosas de las que yo quería hablar es que en muchas cárceles, como en esta en la que hace poco que estoy (Daroca, Zaragoza) quitan la medicación a la gente por la cara. Llegas con una medicación prescrita, a veces son medicamentos que hace años que estás tomando, y por criterio del medico en cuestión, o del psicólogo, te la quitan, solo por lo que valoran en una entrevista de 10 minutos que te hacen al llegar. ¿Qué criterio se sigue para quitar las medicaciones a la gente? Muchas veces ni siquiera te explican porqué te la van a quitar, o a veces sales y no te han dicho que te quitan la medicación, sino que te enteras después de que ya no la tienes. Así, de un día para otro. Muchas personas de verdad necesitan estas medicaciones, a veces medicaciones psiquiátricas.

Por otro lado, ya hace mas de un año que dejaron de venir a los módulos una vez por semana a pasarnos consulta médica, y ahora son lxs carcelerxs quienes tienen la potestad de decidir si te sacan o no a la enfermería para que te vea el medico. Y lxs carcelerxs ni son médicos, ni ATS ni enfermerxs, como para valorar quien tiene que acudir a consulta o no. Estamos completamente en manos de lxs funcionarixs, y de como tengan ese día el ánimo y el cabreo, o si las caes en mas o menos gracia. En mi opinión, cada vez es mas grande la dejadez medica y la desatención. Dicen que hay muchas plazas sanitarias no cubiertas en las prisiones. Puede ser, pero las que están cubiertas tampoco sirven de mucho, porqué lo que yo veo casi siempre es dejadez y desinterés. Y procedimientos que dan demasiado poder a personal no sanitario (carcelerxs) para decidir y valorar, y que acaban condicionando nuestra salud.

Invito a todxs lxs compas a denunciar estas situaciones. Mando un abrazo a todxs lxs que resisten dentro y fuera. Hasta pronto!

Para escribir al compañero:

David Rojas Fernandez
Centro Penitenciario Daroca
Ctra. Nombrevilla s/n
50360 Daroca (Zaragoza)