Compartimos aquí una carta de Daniel Sánchez, que se encuentra ya en la prisión de Córdoba, aunque en el momento de escribir estas letras estaba en Murcia II. El compañero denuncia un episodio de malos tratos sufrido a mediados de junio por parte de los carceleros. Acompañamos su texto con una foto donde se aprecian parte de los golpes recibidos. Debajo de esta carta ponemos su nombre completo y dirección actual por si alguien quiere escribirle. El compa también pide si alguien conoce algún abogadx para tener respaldo cuando suceden estos abusos de poder. Si alguien puede ayudarle, que nos contacte o escriba directamente a Daniel.
Junio 2022. Prisión de Murcia II.
Hola X,
La verdad es que no sé ni por donde empezar porqué tengo un cúmulo de cosas y de rabia y odio a todos esos verdugos que solo se me pasa por la cabeza liarla.
Sobre el tema de los médicos la verdad es que ha mejorado, gracias a las denuncias y instancias que he estado echando. Pero lo que me ha jodido es que me han metido el 91.3 primera fase otra vez, con destino a la prisión de Córdoba. Dicen los verdugos que yo le pasé un cuchillo de cristal a J (cosa que es mentira) y por pegarle un puñetazo en la cara a un carcelero.
J estaba en huelga de manos caídas y de desnudez desde el día 02.06.2022 y lo que pasó es que picó al timbre a las 18’30 para llamar a su familia y salió desnudo. Y el verdugo que estaba en la burbuja de los mandos le chapó las cancelas para salir a llamar. Lo vieron por las cámaras desnudo y cerró todas las puertas, y cuando vinieron los verdugos que en ese día estaban haciendo guardia le dijeron a J que se pusiera un pantalón. Yo piqué al timbre y dije que si hacía falta le pasaba un pantalón al compañero y también le pasé unas deportivas. El verdugo me colgó el telefonillo. J dejó el mechero y el paquete de tabaco.
A las 19’26 vinieron 25 funcionarios con los escudos y lo arrinconaron en la esquina de la celda 20 de la galería segunda, propinándole a J una brutal paliza, patadas en las costillas y puñetazos. Hasta con las porras se pegaban los verdugos a ellos mismos, malditos. Lo vi con mis propios ojos porque yo estaba en la celda 18, dando porrazos en la puerta de mi chavolo y gritando que lo dejaran. Volví a ver al compañero a los dos días y llevaba los ojos morados. Ataron al compañero a una cama de sujeción y vinieron a por mi. Me esposaron por atrás y me llevaron a la galeria 1, celda 10. Me decían que me iban a matar por yo darle un cristal a J. Yo lo único que hice fue pasarle un pantalón y unas deportivas. El verdugo que se llama Antonio cuando entré en la celda 10 empezó a pegarme. Desgraciado de la vida, escoria humana. Humillándome, haciéndome moratones y yo con las esposas por atrás. Y me acusan de yo haberles dado un puñetazo. ¿Cómo les voy a dar un puñetazo si tengo las manos atadas?
El médico me vio pero no me exploró ni nada. Estaba a 2 metros y medio, y lo que pone en el parte médico es: erosión en zona cervical derecha, múltiples ? en hombro y espalda, hematomas en zona ? izquierda y derecha. Juicio de compatibilidad: Sí es compatible con los hechos alegados, poniendo denuncias al Juzgado de Guardia. Pero está todo comprado.
Me despido con un gran abrazo. Ánimo. Haz un resumen de todo esto y publícalo en las redes. Por cierto, que fuerte lo que he leído de que los verdugos han conseguido ser como los policías.
Desde Córdoba te volveré a escribir.
Aquí el nombre completo y dirección del compañero.
Daniel Sánchez López
Centro Penitenciario de Córdoba
Autovia Madrid-Cádiz, km. 391
14014 Córdoba