Transcribimos aquí parte de una carta de un compañero preso en Lledoners (Barcelona). Comenta sus sensaciones sobre qué es la cárcel y como se siente en ella actualmente. Termina compartiendo una poesía que ha escrito recientemente.
Prisión de Lledoners. Enero 2023.
Hola X,
En primer lugar agradecerte que me hayas escrito. Aquí y en mi situación personal, pues no recibo cartas y eso se agradece y mucho.
Una prisión es un micromundo, espejo de la sociedad. Los momentos de sosiego son pocos y la realidad es que ahora ya me siento desubicado con la actual población reclusa. Casi todos son bastante jovenes y muy ruidosos. En los años 80 y 90 la tipologia delictiva era diferente, y a su vez los códigos de respeto. Sí. La gente luchaba, para bien o para mal.
Estar preso es apático y triste. Falta autoestima. Ahora todo son “cursos”. La falta de información y el desinterés formalizado por esos escuderos del sistema como educadores, trabajadores sociales, juristas… Estamos sujetos a “profesionales” poco preparados éticamente. Antaño el enemigo del preso eran los funcionarios-carceleros, hoy en día también son esos “profesionales” que nos sujetan en la toma de decisiones.
Ignoro si XX sigue preso; ojalá que no. Ya me dirás. La verdad que no tengo muchas ganas de contar penas. Yo aquí me siento cansado y bastante solo.
Me despediré con una poesia. Saludos.
Veo media luna entre el barrote
a las dos del mediodía.
Cabalgando entre surcos al trote
se me ha ido perdida la vida.
Camino sobre cemento duro
habiendo dormido entre adoquines.
Otras veces en estado más puro
arropado por un árbol,
en sus ramas el halcón peregrino me acompañaba.
Surgido de la espesura he salido
pensando que no pasaba nada,
y ahora al fin duermo sobre chapa dura.
He vivido y he muerto
escapando de la locura.