«Se vive en un ambiente hostil y el preso se ve obligado a autoafirmarse»

Hemos querido compartir parte de una carta que nos han hecho llegar desde Mansilla de Las Mulas (León). Nos ha parecido que expone de forma clara y concreta algunas de las consecuencias que tiene la cárcel en las personas que se ven atrapadas en ella.

Centro Penitenciario de León. Enero 2025.

Los presos tenemos que afrontar una situación a veces desconocida, de incierta duración, de relación de dominación, en la que es imposible controlar los acontecimientos. Por otra parte, altera los ritmos vitales y origina una dependencia absoluta, falta de iniciativa y una ausencia de expectativas de futuro. Todo ello, unido a las humillaciones, monotonía, violación de la intimidad… origina nuevas pautas de comportamiento. La actitud permanente es de desconfianza ante todos los que le rodean.

Se tiene que vivir en un ambiente hostil y agresivo. Por lo que el preso se ve obligado a autoafirmarse frente a ese medio hostil para mantener unos niveles mínimos de autoestima. Por eso con frecuencia se adopta una actitud violenta y siempre a la defensiva. 
Al salir un dia de prisión existen una serie de condiciones que influyen en el desarraigo social. Trastornos originados por la cárcel, falta de posibilidades de trabajo, situación familiar… todo eso hace que sea casi imposible la inserción social. 
«Si un día ves un preso dormir no lo intentes despertar, ya que puede estar soñando con su hermosa libertad».

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