Compartimos aquí parte de una carta de un compañero preso en la cárcel de Lledoners (Barcelona). Expresa su opinión en relación a varios temas de los que le mandamos notícias. Debajo de su carta nos manda un bonito poema.
Prisión de Lledoners. Junio 2023.
He aquí el dilema: El primer grado aletarga y crea un “argot” especial. Lo que leo en las cartas que expresan la situación del articulo 72, 75.1… crea un conflicto al ser trasladados al módulo. Especular con cada personalidad se ve a distancia. Pero los que expresan que en segundo grado (en el cual estoy yo) hay solo chivatos y que en primer grado “hay hombres”, es lícito, pero en algunos casos crea la controversia que al venir de primer grado son “kies” y su presencia causa tensión, pues el preso por si carece de empatía, pero al estar tanto tiempo confinados en primer grado su actitud o comportamiento es aun mas individualista. Te pongo un ejemplo, algunos no contemplan las colas de la medicación o del economato, a veces incluso son los que mas hablan con lxs funcionarixs y siguen con su propio argot. Algunos incluso te buscan pelea si no agachas la cabeza, y eso tampoco es. Tampoco a ti te debe gustar que se cuelen en tus narices en la farmacia, por poner un ejemplo.
Para sacar otro tema que ha salido en las noticias y recopilatorios de cartas que habéis mandado. Los expedientes sancionadores son mera falacia. Los pintan al revés; los médicos es el cuerpo que da casi mas sanciones pues el preso/a cuestiona sus métodos.
Veamos, contarte que a mi me cambiaron una cifra de mi llave de peculio. Salí de cunda y dejé 73€ y después la cifra era la inversa: 37€. Les robaron un dublicado otra vez de mi llave (inútiles) de la propia oficina central que da al modulo. ¿Crees que he recuperado algo de ese dinero? No. Escribí con los documentos adecuados y máxime los funcionarios lo sabían. Ni me respondieron.
El caso italiano (las noticias sobre Alfredo Cospito y las acciones solidarias desde la calle) es más profundo. Allí el anarquismo se lleva a un camino con apoyo en la calle. ¿Ves? Maquinas hackeadas por anarcas. Esa es buena. Son batallas, y en esas luchas el vencedor suele ser el sistema, aunque alguna vez, hay alguna pequeña victoria que nos hace ver el sentido de las mismas batallas. Por ello pienso que los actos que se realicen deben ser anónimos y a trasluz. Muchas veces, lo que se tenga que hacer, hazlo tu solitx. O tu solitx con alguien de confianza. Aléjate de las multitudes y de la visibilidad publica. Serian innumerables las anécdotas a relatar, eso lo guardo para explayarme con vosotrxs si hay ocasión.
Voy a fumarme un cigarrillo fuera (estoy en la biblioteca). Por cierto, gracias por estar ahí. Ya te dije que no tengo casi familia y no recibo cartas. Gracias, pues estoy pasando la tarde “con vosotrxs”.
Bueno, esto es a grandes rasgos lo que opino de los casos que me expones en la carta. Intento ser una persona objetiva y sincera en mis opiniones.
Para no perder la costumbre, aquí va un poema.
Escucho los latidos del tiempo alojados en mi corazón ajado, intento conseguir algo pleno, migas de pan del lejano pasado.
Escucho el goteo del agua llenando una soledad traicionada
en un estanque ya vacío, pero aun me queda alma.
Alma para discernir, entre sueños, que volveré a sentir
el frío del mar, la hoja seca crujiendo bajo mis pasos,
el verdín posado en el viejo puente por el cual caminé sin miedos apoyado en mi cayado y en la alforja una manta.
Volveré a soñar bajo el cielo estrellado.
Aun quedan asuntos por resolver.