Antes de comentar los hechos más relevantes que se vienen sucediendo en las cárceles estos últimos días, nos gustaría invitar a una reflexión…
La cárcel siempre ha sido el lugar de lxs olvidadxs. Un espacio donde la agresión y la tortura están a la orden del día. Lxs presxs no son solo agredidxs física y psicológicamente por carcelerxs a diario (y por la sociedad que legitima dichas agresiones), sino que la propia estructura de una cárcel y la precariedad de sus servicios hacen de este lugar un agujero. Desde el hacinamiento diario de presxs en módulos, hasta la mediocridad de sus servicios sanitarios (285 médicxs + 6 psiquiatras para 58.369 presxs en el estado español), dietas (se pasa mucha hambre y los alimentos son de mala calidad y sin contenido nutricional), higiene, reposo, intimidad… Y la lista es infinita si hablamos de falta de derechos básicos fundamentales. En cambio, la opacidad de sus muros y una sociedad cómplice hacen que tal vulnerabilidad y crisis humanitaria caigan permanentemente en el olvido.
Nada de esto es nuevo; en cambio, desde hace algunas semanas ha aparecido un ente nuevo, un «virus extremadamente contagioso» que pone en jaque a una sociedad entera; es capaz de detener parcialmente la maquinaria capitalista de varios estados. Aquí fuera nos imponen un confinamiento, una higiene y un largo etcétera de normas (en definitiva, una responsabilidad individual y colectiva) que acabarán por paliar las consecuencias. En cambio, la cárcel es carne de cañón. Se ha convertido en uno de los lugares más vulnerables frente a esta pandemia. Y es que un mismo virus (covid-19) no afecta por igual fuera que en un lugar donde la propia naturaleza y su estructura se caen a pedazos desde que se creó. No hay servicios sanitarios suficientes para cubrir las necesidades de posibles pacientes dentro de las prisiones; no hay espacios acondicionados para un aislamiento digno; no hay información ni medios de higiene para evitar posibles contagios; es impensable el confinamiento (¡aquí fuera es obligatorio!)….
No nos engañan, no es el virus quien amenaza; el virus solo pone de manifiesto, y con más fuerza, que la propia cárcel mata. La lucha no es solo hoy, la lucha es y será siempre.
Contra toda autoridad, ¡abajo los muros de las prisiones y la sociedad que los necesita!
Noticias desde Tarragona
Este es el aspecto de una de las celdas del módulo 1 de la prisión de Mas d’Enric. Desde la ventana de varios de los zulos, agujeros o celdas de este módulo, compañerxs presxs iluminaban el patio el sábado noche (14/03/2020) en señal de protesta, reivindicación y lucha ante la desinformación que se está sufriendo dentro de las prisiones. Papeles ardiendo al unísono iluminaron la noche durante una hora; como en el resto de cárceles, en Mas d’Enric hay una falta total de información y se han vulnerado los derechos fundamentales de lxs presxs: no habrá ningún contacto con el exterior más que por vía telefónica y por carta.
https://www.diaridetarragona.com/tarragona/Protesta-de-los-presos-de-Mas-dEnric-por-el-coronavirus-20200316-0015.html
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