1º de mayo / En la calle y en prisión, basta de explotación.

El próximo sábado 1 de mayo es el día de la clase trabajadora, el día de lxs explotadxs por este sistema atroz que nos condena a la miseria, que nos echa de casa, que nos esclaviza por miseros sueldos, que controla nuestro tiempo, que nos da contratos basura, que nos hace vivir permanentemente en la inestabilidad y en la cuerda floja. Este atentado contra la vida y la dignidad se hace mucho mas visible y crudo dentro de las cárceles. Las prisiones son un negocio, y lxs presxs mano de obra ultra precaria y explotada.

Es por eso que el próximo viernes 30 de abril estaremos en la Plaça del Rei de Tarragona, participando de este acto junto con lxs compañeros de CNT-AIT. Intentando visibilizar mediante una performance, octavillas y participando del micro abierto, lo que supone el trabajo en el talego.

El trabajo como chantaje: Las personas presas, la mayoría procedentes de entornos pobres y con familias que hacen grandes esfuerzos económicos, a menudo deciden intentar trabajar en prisión para poder sobrevivir. Pero no solo es para ganar dinero, sino que se ven presionadas a hacerlo debido al chantaje de los Equipos de Tratamiento. Trabajar se marca como condición prioritaria para poder acceder a un tercer grado o a permisos de salida, entre otras cosas.

Qué es el CIRE: El monopolio del trabajo en las prisiones catalanas está en manos del CIRE (Centro de Iniciativas para la Reinserción). El CIRE es un organismo que depende del Departamento de Justicia de la Generalitat, el paraguas que engloba toda una lista de empresas que hacen negocio a través de lxs presxs. La opacidad hace que sea casi imposible, tanto para lxs de dentro como para lxs de fuera, saber qué empresas son. En Catalunya, casi la mitad de la población penitenciaria (unas 4000 personas) trabajan. La mayoría dentro de las mismas cárceles haciendo tareas internas: lavandería, cocina, limpieza, economato… o en talleres productivos dentro de los muros o, algunas veces, en naves externas.

Las condiciones laborales:

  • El salario de las personas presas no llega ni a un tercio del salario mínimo interprofesional. El salario medio es de 2 euros la hora. Por media jornada unos 170 euros al mes. Para una jornada completa unos 280 euros al mes.
  • Las personas presas no firman ningún contrato y a menudo ni siquiera saben para qué empresa trabajan. En la nómina no aparecen las horas trabajadas.
  • Tampoco están sujetxs a ningún convenio ni tienen posibilidad de sindicalizarse.
  • Las bajas por enfermedad o accidente laboral son prácticamente inexistentes. Si alguien ni puede trabajar, no cobra.
  • La cotización a la Seguridad Social es ridícula, la mayoría de despidos son improcedentes, y las medidas de seguridad insuficientes.
  • Las personas extranjeras en situación irregular no pueden trabajar en la calle, pero si en la cárcel. Cuando salen el libertad no tienen derecho ni al paro ni al subsidio por excarcelación. Continúan en situación irregular, por lo que a menudo son expulsadxs del país.

Las empresas del CIRE: En el año 2019, 108 empresas privadas contrataron mano de obra, servicios o productos del CIRE. Generando un volumen de facturación de 15 millones de euros. Es muy difícil saber de qué empresas se trata, ya que no se facilitan datos. Algunxs presxs han podido saber que están trabajado para empresas como El Caganer –que elabora figuras tradicionales del belén- en la prisión de Puig de les Basses (Girona). O para Hygeco – filial de Mémora, que se encarga de confeccionar sacos mortuorios- en la prisión de Mas d’Enric (Tarragona).

CCOO y UGT, cómplices de la explotación: La voz de los sindicatos y su apoyo hacia las personas presas que curran en las cárceles es prácticamente inexistente. Tampoco se ve la denuncia de sus condiciones laborales. Es mas, dentro del órgano consultivo del CIRE hay representantes de CCOO y UGT.

 Alguna escória del CIRE:

Ester Capella, presidenta del CIRE. Gana mas de 115.000 euros al año.

Amand Calderó, vicepresidente del CIRE. Gana mas de 91.000 euros al año.

Juan José Torres López, director del CIRE. Gana mas de 87.000 euros al año.